La globalización es un proceso que además de generar cambios en las condiciones competitivas y en la organización de las empresas está suponiendo cambios en los modelos de producción y en los intercambios comerciales, financieros, etc.
La apertura de una economía hacia la globalización implica a los flujos comerciales y financieros, a la relocalización continua de capacidades productivas organizadas en esquemas distribuidos por varios países y hace tanto de las exportaciones como de las importaciones, y de los flujos de inversión directa, sean de salida o de entrada, poderosos vectores de competitividad y modernización de las economías.
El sector exterior español aporta alrededor del 30 % del PIB y más de 6 millones de empleos.